miércoles, 30 de octubre de 2019

MEMORIA Jornadas Madrileñas Novela Histórica 1



Mesa 1:
Historias y leyendas de Madrid
De cuando la leyenda se convierte en historia y viceversa.
A cargo de Eduardo Valero García

Eduardo Valero, cronista de estas jornadas, nos contó durante una hora las Historias y Leyendas en Madrid: «De cuando la historia se convierte en leyenda…y a la inversa»

No podía comenzar mejor que explicando la imagen de un dragón elegida para elaborar el cartel de estas jornadas, un dragón que acompañó durante siglos la heráldica de Madrid. Pero ¿de dónde surge?

En el siglo XVI, la actual plaza Mayor era un espacio propiedad de los Luján con una pequeña laguna en el centro, esta laguna, que las leyendas han llegado a convertir en lago, fue en la que los vecinos se inventaron un habitante, un monstruo con forma de dragón.

A la leyenda hay que sumar la aparición de una culebra, bicha, serpiente o como queramos llamarla, labrada en piedra en la cercana plaza de Puerta Cerrada. Esta culebra, fue narrada y dibujada por Juan López de Hoyos en sus crónicas de Madrid pero pareciéndole insuficiente, se inventó y dibujó un dragón alado con cabeza de mastín, que incluso aparece tallado en piedra en la Casa de la Villa, junto al oso y el madroño.

El dragón fue incorporado a la fuente de La Cibeles como surtidor, junto con otro en forma de oso. Ambos fueron retirados en 1862, cuando la fuente dejó de abastecer de agua a los ciudadanos, y se pueden contemplar en el museo de los Orígenes de Madrid.

Coincidiendo con el IV Centenario de la capitalidad de Madrid, Dalmiro de la Válgoma, historiador y genealogista, miembro de la Academia de Historia, instó a quitar tras un amplio estudio, tanto la corona cívica (incorporada como premio al pueblo de Madrid, por su comportamiento durante la invasión francesa) como el dragón que nunca existió. Esto ocurrió en 1967, cuatro siglos después de inventarse la leyenda del monstruo de la laguna.

Una segunda leyenda muy unida a los madrileños es la de los famosos «gatos» ¿Por qué gatos?
En el siglo XI, el capitán segoviano don Fernán García de la Torre junto con don Díaz Sanz y los Quiñones, institución armada formada por cuatrocientas hombres, ayudaron al rey Alfonso VI a la toma de lo que entonces era Mayrit o Magerit, que estaba en poder de los musulmanes. Cuenta la leyenda que Fernán fue trepando por las murallas siendo observado por la tropa que atónitos comentaban que parecía un «gato». Fernán llegó a un torreón arrancando la enseña mora, colocando en su lugar la cristiana. De su hazaña deja constancia histórica la Puerta de Madrid en Segovia.
En el siglo XIV, aparece historia sobre Fernán Álvares Gato, descendiente de Fernán García, convirtiéndose este apellido en uno de los más ilustres de Madrid.

Por tanto, los gatos, como sinónimo de valentía de los madrileños, tienen su origen en dos segovianos.

La tercera historia-leyenda que Eduardo Valero nos tenía preparada, es el origen de la palabra «gilipollas», muy extendida entre los madrileños. Se dice que proviene de Don Baltasar Gil Imón de la Motta y sus dos feas hijas, Fabiana y Feliciana, con las que él paseaba para buscarles marido, dando lugar a la frase «Ahí viene Gil con sus pollas» y derivando en la actual palabra.
Pues ni las hijas de don Gil eran feas, que eran bellísimas, ni eran dos, falta por mencionar a Isabel. Lo que ocurre es que, en la corte de Felipe II se promulgó una Pragmática por la que las mujeres no podían hacer ostentación de belleza ni de joyas, y habiendo estas damas desacatado esta orden, tuvieron que vestir hábitos de monjas mercedarias, como lo cuenta Ricardo Sepúlveda en sus textos. Don Gil Imón, hombre adinerado, sirvió en las cortes de Felipe III y Felipe IV.

No quiere dejar de contarnos Eduardo Valero, el fantasma que no existe ¿o sí?, en «La casa de las siete chimeneas» en la madrileña plaza del Rey y que se pasea por las noches por el tejado.
Elena, una bella mujer, que conquistó el corazón de Felipe II y viuda de un militar muerto en la batalla de San Quintín. ¿Murió de pena? ¿Murió asesinada? ¿Alguien ha visto su fantasma?...
Mariano García Cortés en su libro Historia de siete chimeneas y una casa, desmonta esta leyenda, como casi todas, sin base real. De hecho, en 1888 se derribó el antiguo edificio y el que hoy contemplamos es de una construcción posterior.

Podría haber seguido contándonos historias, pero ya solo pudo mencionar, por falta de tiempo, el fantasma de la casa misteriosa del Cerro de las ánimas, en el antiguo barrio llamado de Goya, cuya noticia salió en todos los periódicos o la leyenda del oso símbolo de Madrid, que es en realidad una osa, o del madroño que no se sabe si es un madroño…

Eduardo Valero, desmontando leyendas, nos ha dado una lección de Historia.

Almudena Gutiérrez



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