Emma Cruz es abogada y
profesora de derecho penal. Se traslada al pequeño pueblo gallego de Merlo para
impartir clases en la universidad, sin saber que ese lugar está marcado por la
desgracia. Su llegada coincide con el veinticinco aniversario de la desaparición
de las hermanas Giraud, a quien parece que se las haya tragado la tierra. Así,
Emma descubrirá que los habitantes de Merlo guardan secretos inconfesables.
¿Qué fue de las hermanas Giraud? ¿Están muertas? Y si es así, ¿quién fue el
responsable y por qué nunca encontraron sus cuerpos? Infamia es un thriller
psicológico donde nada es lo que parece. Una novela de un ritmo vibrante que
agarra el lector y lo conduce a los límites de la condición humana. Una
historia de amor, de odio y de locura.
Biografía alternativa de la autora
Nací una tarde de septiembre. De pequeña, lo que más me
gustaba era leer, arrancarle los cables a las muñecas y visitar cementerios.
Estoy convencida de que los libros que devoré siendo una niña marcaron de forma
irremediable mi futuro.
Por alguna razón que todavía no comprendo, estudié
Derecho. Ejercí unos años como abogada, pero desde hace ya tiempo me dedico en
exclusiva a la literatura, cosa que me hace muy feliz.
Sigo visitando
cementerios, todos los que puedo. Tengo cientos de fotos en cementerios de
distintos lugares del mundo. Me gustan las historias de brujas, fantasmas y
muertos.
Soy una lectora apasionada de autores como Agustín Fernández Paz, Neil
Gaiman, Angela Sommer-Bodenburg, Astrid Lindgren o Philip Pullman. Mi director
de cine favorito es Hayao Miyazaki y mi serie de referencia Dragon Ball, basada
en el manga escrito e ilustrado por Akira Toriyama.
No sé cuántas historias me quedan por
escribir. Espero que varias docenas.
Mi intención es seguir dando lo mejor de
mí en cada libro. Porque las mejores historias son las que se escriben con la
cabeza pero, sobre todo, con el corazón.
Mi opinión:
Empiezo por el final: no me gustan las novelas con finales
abiertos, no es que se quede algún fleco sin cerrar, la realidad es que no
cierra ninguno. Todo se lo tiene que imaginar el lector o esperar a una segunda
parte, lo que parecería bastante lógico.
Es una novela narrada en tercera persona, que transcurre de
forma lineal, desde la víspera de Todos los Santos hasta las vísperas de la
Navidad. Durante treinta y dos capítulos muy cortos, nos cuenta la vida de los
habitantes de este pequeño pueblo gallego, famoso por haber desparecido,
veinticinco años atrás, dos niñas de catorce y seis años, de las que no se
volvió a saber nada.
A Merlo llega Enma, profesora de derecho Penal, a cubrir una
plaza temporal en la cercana Universidad de Vigo. Pronto la envuelve la niebla
de la zona, el misterio de sus gentes, los secretos que parecen esconder, y
decide investigar por su cuenta, algo que no va a gustar a todos.
No se puede hablar de thriller,
desde el comienzo conocemos perfectamente a los asesinos, aunque varios flasback, nos ayudan a comprender lo que
realmente pasó allí hace veinticinco años, cómo lo vivió cada uno y cómo eran
hasta ese día que marcó su futuro y el de muchos de sus habitantes.
La autora consigue mantener la intriga durante toda la
lectura que, aunque corta, hay que leer despacio, por la dureza de lo que
cuenta en muchos de los capítulos.
Perfila muy bien a los personajes, consiguiendo que, al
acabar la novela, conozcamos no solo cómo son, sino lo que siente cada uno de
ellos y sus circunstancias personales, que iremos descubriendo durante la
lectura.
En muchos momentos las descripciones son asfixiantes, tanto
como el ambiente de Merlo y su constante niebla, con una tensión permanente,
que Ledicia Costas alivia con un lenguaje casi poético.
Dicho todo esto, estamos ante la primera parte de una gran novela. Tiene solo doscientas
páginas y necesitará otras doscientas para contarnos cada una de las tramas que
ha dejado sin cerrar, alguna, abierta en las últimas páginas y, en un
principio, poco coherente.
La autora no se ha pronunciado, a día de hoy, sobre si es
una primera parte y yo me pregunto ¿por qué no ha escrito una novela de 400
páginas y nos lo cuenta todo? ¿No se merece el lector respeto por parte del que
escribe? ¿Por qué tenemos que hacer el trabajo del escritor imaginando los
finales?
Mi conclusión es que es un gran trabajo narrativo que me ha
decepcionado. Muy buen fondo pero muy malas formas.
Almudena Gutiérrez |
No hay comentarios:
Publicar un comentario