
Es una novela negra, muy negra, porque le atrae escribir
sobre el mal, el Mal con mayúscula. En un espacio muy reducido, acotado, con
muy pocos personajes, trama una durísima historia en la que el narrador omnisciente
es un protagonista más, lo necesita porque hay muchos silencios. Lo utiliza
para jugar con el lector, dejando fuera a los personajes, haciendo movimientos
al pasado y, lo que es más extraño, al futuro.

Le da igual como le cataloguen sus obras, eso es cosa de las
editoriales, a él lo único que le interesa es hacer buena literatura. Llena su
tiempo entre escribir, de una forma anárquica y trabajar en la docencia con
talleres de literatura y novela negra.
Su próxima obra será un libro de cinco cuentos (nosotros los llamamos relatos). Una escritura compleja, porque cada relato, cuando acaba, le
deja vacío, tiene que empezar de cero con el siguiente, pero no tiene prisa…
En las casi dos horas de conversación, ha tenido tiempo para
asegurarnos que Javier de Marías será Premio Nobel y para recomendarnos la
lectura de un compatriota suyo Mariano Quirós, y su obra Una casa junto al tragadero, que ha visto expuesta en las
estanterías de la librería.
Ha sido un encuentro muy agradable que nos invita a seguir
la trayectoria de este autor.
Almudena Gutiérrez
Fantástica crónica, Almudena. Me han entrado ganas de conocer al autor y leer Sbsuelos.
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