viernes, 29 de abril de 2022

Presentación de «El camino imposible» de Manuel Álvarez-Xago

El pasado miércoles, con una tarde lluviosa y desagradable en Madrid, la librería Le acogió a un público con muchas ganas de compartir un buen rato hablando de una novela diferente, protagonizada por Rómel, El camino imposible.

Presentado por Silvia Fernández, de Roca Editorial y moderado por Rosa Ballarín, que supo poner una nota de humor con sus comentarios,  y que conocía bien la novela para hacerle las preguntas idóneas al autor y dar pie a que nos contase a los asistentes todos los entresijos de su novela.

Rómel, un homenaje al perro de su infancia, su tierra natal, Asturias, el amor, la perseverancia, las personas que se implican más allá de lo que el deber les obliga, la importancia de los abuelos, la fuga de científicos e investigadores y, sobre todo, un perro noble y bueno. Todo esto y mucho más se puede encontrar en las páginas de El camino imposible.

Ya os lo contamos en nuestra reseña, publicada en este mismo blog y podréis conocer mucho más en el próximo número de Pasar Página, en el que le hacemos una amplia entrevista al autor.

Con un lleno memorable del público, la presentación acabó con la firma de numerosos ejemplares.



Almudena Gutiérrez




jueves, 28 de abril de 2022

Cuéntame cómo pasó: Arriba el telón

 

Esta noche podremos ver el capítulo 400 del programa Cuéntame cómo paso, titulado Arriba el telón. Una serie que nos ha acompañado los últimos veinte años de nuestras vidas. Echando la vista atrás, es increíble la de cosas que pasan en veinte años, aunque nos parezca que, algunas, se nos han escapado de las manos con mucha más rapidez de las que nos hubiese gustado.

Esta es la única ficción española de «prime time» que lo ha conseguido y solo tres que la superen en el mundo, creo que se merece que hablemos un poquito de ella.

Dos somos las personas que firmamos el artículo que publicamos en el número 47 de Pasar Página

En el caso de Mónica, ha pasado de ser una niña de siete años que, evidentemente no veía la serie, a ser una periodista con un gran futuro, que ha podido sentir desde dentro como se hace la televisión. En el camino, ha vivido muchas cosas, buenas y malas, como perder a tres de sus cuatro abuelos, pero ha crecido como persona convirtiéndose en una gran mujer.

En mi caso, he visto a mis hijos convertirse en una mujer y un hombre a los que admiro muchísimo, soy abuela de cuatro nietos, he perdido a mis padres, que tantas veces recuerdo viendo algunos capítulos, y estoy cumpliendo el sueño de la periodista que nunca fui, dirigiendo esta revista.

Más de veinte años después, cuatrocientos capítulos, muchas curiosidades, algunas de las cuales os contamos a continuación.

Cuéntame cómo pasó, veinte años después.

Cuánto ha cambiado la forma de ver la televisión desde ese 13 de septiembre de 2001 en el que se asomaba a la parrilla de salida una nueva serie. Ahora son una minoría los que ven las series en su hora de emisión, capítulo a capítulo. Es mucho más cómodo acudir a las plataformas de televisión y ver varios capítulos seguidos e, incluso, toda una temporada en un solo fin de semana.


Pero hace veinte años, los que nos sentamos ante nuestro televisor, pedíamos un rato de diversión después de los dos durísimos días vividos, en los que no habíamos dejado de ver las horribles imágenes que ya quedarían para siempre en nuestra memoria, tras los atentados a las torres gemelas de Nueva York.

Esta nueva serie atrajo la atención de más de cuatro millones y medio de espectadores en su primer capítulo, que comenzó con las palabras de Carlitos que, con la voz en off de Carlos Hipólito, nos decía «En 1968 yo tenía ocho años. Ahora dicen que 1968 fue un año revolucionario y lo fue, por lo menos para mí…»

Ese fue el año elegido para comenzar a contarnos la vida de la familia Alcántara, 1968, y ahí, ya me ganaron como espectadora, porque Carlitos y yo éramos de la misma edad y me iban a ayudar a poner imágenes a mi infancia.

Semana tras semana, la familia Alcántara se fue haciendo un hueco y acabaron la temporada con un gran éxito, aunque nadie podía imaginar entonces que, veinte años después, íbamos a estar hablando de la que ya se ha convertido en la serie más longeva de nuestra televisión y la más premiada.

Haciendo historia, en un principio se iba a llamar Nuestro ayer, pero finalmente se decidieron por Cuéntame, título de una canción publicada en 1968 que cantaba el conjunto de música pop Fórmula V y que servía de cabecera musical de la serie. Precisamente por esta coincidencia, ya estaba registrado, les obligó a modificarlo en 2002 y llamarlo Cuéntame cómo pasó.

Durante estos veinte años, rozando los 400 episodios y a punto de estrenar su temporada número 22, la familia Alcántara no solo nos ha contado su vida, la de su familia, sus vecinos o sus parientes, sino que nos han narrado la historia de España, desde los últimos años del franquismo, el comienzo de la democracia o el frustrado golpe de Estado del 23 de febrero de 1981, hasta la Expo 92 o nuestras Olimpiadas de Barcelona. Hemos visto desde su salón la llegada del hombre a la Luna, hemos sentido el temblor de las calles con la explosión que acabó con la vida de Carrero Blanco, el horror de unos padres que descubren que su hija es drogadicta, la desolación ante un pronóstico de cáncer de mama, cuando las mujeres que se salvaban eran una excepción, Mercedes Alcántara, al igual que mi madre, fue una de ellas. Pero también el orgullo de unos padres de origen humilde, de pueblo, que ven a sus hijos en la universidad, publicando una novela, presentando un telediario o interpretando un papel principal en un teatro. 

Una serie llena de sentimientos, en los que el poder de la amistad y del amor, están por encima de todo, aunque no les exima de fracasar una y otra vez.


La última temporada emitida, tomaron la difícil y arriesgada decisión de trabajar el argumento con dos líneas temporales, la histórica, como siempre (1992—1993) y la actual (abril de 2020), en la que vivíamos el horror de los días más difíciles de la pandemia.








Antes de que se levante el telón con los nuevos capítulos, en cuyo rodaje se ha celebrado la fecha exacta de este 20 aniversario, el 13 de septiembre, vamos a dar un paseo por eso que no veremos.

Como espectadores, no valoramos la cantidad de tiempo que se dedica a hacer cada minuto de la serie. De esta y de cualquiera. La realidad es que, en cada una de las jornadas, que suelen comprender unas nueve horas de rodaje, únicamente se graban unos cinco minutos de capítulo. Y es que, para cada escena, se necesitan diversos bloques, que implican varios planos que se repiten durante diferentes tomas.

Ya que hablamos de escenas, el poder de la iluminación es otra de las grandes curiosidades. La realidad es que, gracias al trabajo de los eléctricos y del director de fotografía, los decorados se transforman radicalmente. Jugando con las diferentes luces se puede conseguir cualquier ambiente, desde un cálido amanecer a una fría noche de invierno o la recreación de un día a las nueve de la mañana cuando, en realidad, son las nueve de la noche.

Aunque parezca mentira, por su parte de realidad, «Cuéntame», como otras muchas series, cuenta también con efectos especiales. Gracias a ellos, Pinto puede convertirse en ciudades como Nueva York, sus coches pueden recorrer las calles de Madrid o sus personajes pueden estar en un teatro o una sala abarrotados de gente cuando, la verdad, es que apenas hay veinte figurantes. Por no hablar de los días de lluvia cuando no hay ni una nube o los movimientos de los vehículos cuando en realidad están parados. Los figurantes se reutilizan una gran cantidad de veces, pasando desapercibidos a los ojos de la mayor parte de espectadores.

Otra curiosidad es la dificultad de mantener el raccord (continuidad entre dos planos). Para evitar los fallos entre un plano y otro hay que estar atento a decenas de cosas, al texto, a los movimientos de los personajes, al cómo estaban colocados cada uno de los elementos de la escena, el vestuario… Todo ello teniendo en cuenta que, pese a que el espectador lo vea todo en un orden perfectamente cronológico, un día en la ficción pueden ser muchos en la realidad y rodados en distintas semanas o incluso meses.

Por último, hablaremos de los decorados y de cómo el gran trabajo del departamento de arte consigue crear su propio barrio dentro de un polígono industrial. Pasear por San Genaro y cada uno de sus rincones es, cuanto menos, curioso. Lo mismo sucede cuando ves que, donde antes había paredes, ahora estas han desaparecido y se han convertido en la «cuarta pared» o cómo lo que antes era una casa ahora es una iglesia, o lo que era una lujosa habitación de hotel se ha convertido en una antigua buhardilla.

Y es que, al final, nada es lo que parece y hasta el mismísimo detalle conlleva un gran trabajo, todo para que el resultado llegue a los espectadores lo más fiel posible a la realidad. La magia del cine que la llaman. Y oye, ¡que no pare nunca!


Mónica Díaz y Almudena Gutiérrez



Mi encuentro con Elia Barceló: «Muerte en Santa Rita»



Ayer tuve el placer de compartir mesa con Elia Barceló. Eran las once, la autora tenía una apretada agenda, por lo que agradecí muchísimo que me pudiese conceder unos minutos para contestar unas preguntas para una próxima entrevista en la revista Pasar Página.

Los tiempos de la revista no son los mismos que la publicación de los libros, la entrevista se ha producido con la revista cerrada, maquetada y en fase de última corrección, por lo que no podemos publicarla hasta el número 52 que verá la luz el 1 de junio.

Pero no quiero dejar pasar la oportunidad de contaros que hoy ya podréis encontrar en librerías Muerte en Santa Rita, una novela en la que la autora ha querido homenajear a su tierra y a la luz del Mediterráneo, así como hacer un guiño a Agatha Christie.

Os cuento una curiosidad, cuando estábamos charlando, Silvia Fernández, la jefa de prensa de Roca Editorial, le ofreció a Elia Barceló una copa de cava, el motivo: acababan de fallar el premio Hache 2022 y su novela El efecto Frankenstein (Edebé, 2019), se había alzado con el triunfo.

¿Qué es el premio Hache?

Es el resultado de las votaciones del mayor jurado literario del mundo, compuesto por casi 5.000 jóvenes de tres Cartagenas del mundo (España, Colombia y Chile).

El efecto Frankenstein ha sido la más votada por el jurado compuesto por 278 comités de lectura en los que participaban 1.668 adolescentes de entre 12 y 14 años. Se da la circunstancia de que Elia Barceló, quedó finalista en la primera edición del Premio Hache en 2009

¿Quién es Elia Barceló?

Elia Barceló (Elda, Alicante, 1957). Se la considera una de las escritoras más versátiles de la narrativa española y es una de las autoras de mayor prestigio en el ámbito del fantástico y la ciencia ficción. Ha publicado treinta novelas, realistas, criminales, históricas..., unas para adultos y otras para jóvenes, y unos setenta relatos, en España y en el extranjero.

Ha sido traducida a veinte idiomas con gran éxito de público y crítica, consolidándose como una de las voces españolas más internacionales de la narrativa actual. Es autora de obras de gran éxito como El color del silencio, El secreto del orfebre, Las largas sombras, Disfraces terribles, El eco de la piel y La noche de plata. Ha obtenido numerosos premios. Acaba de serle concedido el Premio Nacional de Literatura Infantil y Juvenil 2020 por El efecto Frankenstein. Durante muchos años fue profesora de Estudios Hispánicos en la Universidad de Innsbruck, en Austria. Ahora se dedica a la escritura a tiempo completo.

Muerte en Santa Rita

Hay un lugar donde duermen antiguos secretos olvidados: secretos de amor y muerte, de sangre y huesos. Bienvenidos a Santa Rita.

«¿Y si de verdad había sido asesinato? ¿Quién, en Santa Rita, sería capaz de matar? Y ¿por qué? ¿A quién podía beneficiar la muerte de aquel payaso?

A todos, claro, ese era el problema: que, exceptuando a Sofía, desde el punto de vista de los habitantes de Santa Rita, hombres y mujeres, viejos y jóvenes, como mejor estaba Moncho era justo como estaba ahora: muerto.»

Estamos en Santa Rita, un antiguo balneario, que luego fue sanatorio y ahora es la casa de una escritora anciana hispanobritánica, Sofía (que escribe novelas de misterio con un pseudónimo y novela rosa con otro), donde viven unas cuarenta personas de todas las edades apoyándose unos a otros y trabajando juntos, en un concepto de comunidad cordial.

La protagonista, Greta, sobrina y traductora de Sofía, llega para quedarse una temporada y, a través de ella, vamos conociendo a los personajes de la historia: Candy, secretaria y mano derecha de Sofía; Robles, comisario de policía retirado; Nel y su grupo, estudiantes universitarios; Miguel, profesor de matemáticas ciego; Reme, madre de una mujer maltratada, entre muchos otros.

La llegada de un antiguo amante de Sofía con planes propios para el futuro de la comunidad creará los primeros problemas. Pocos días después de haber vuelto, el hombre aparece muerto en la alberca de riego. ¿Accidente o asesinato? De hecho, casi todos los habitantes de Santa Rita han tenido ocasión y no les habrían faltado ganas de hacer desaparecer a Moncho Riquelme.

Greta y Robles se involucrarán en la investigación y, sin pretenderlo, irán desvelando más secretos y descubriendo más misterios de lo que pensaban.

Como ya os he dicho al comienzo, podréis leer la entrevista y nuestra reseña en un próximo número de Pasar Página, pero os invito a leer la novela.

Almudena Gutiérrez


miércoles, 27 de abril de 2022

«La abadía de los herejes» de Eugeni Verdú

Un explosivo thriller histórico en la línea de El nombre de la rosa de Umberto Eco.

Limoux, año 1379. Tras una enigmática reunión, la Inquisición encarcela sin causa aparente a la familia de un humilde carpintero. El matrimonio es metódicamente interrogado, torturado, procesado y condenado por herejía en base a pruebas hábilmente manipuladas.

Ejean, el hijo mayor del matrimonio, tras su viaje a Toledo y Barcelona, regresa a su pueblo natal, donde obtiene por la fuerza la confesión de tres miembros del Tribunal de la Inquisición que condenó a los suyos y que confirmaría que sus hermanos fueron obligados a ingresar en calidad de oblatos en la abadía de Sant Miquel de Cuixà.

Abrigando la esperanza de encontrarlos, Ejean se trasladará secretamente hasta esa abadía, donde consigue introducirse en ella con la ayuda de un misterioso religioso benedictino.

Dentro de esos muros será testigo de las conspiraciones internas en pos de El legado del diablo, un libro en clave que profetiza el futuro hasta la llegada del fin del mundo.

La incesante búsqueda de sus hermanos le llevará, finalmente, a desvelar la siniestra identidad de quien se hace llamar el Siervo de Dios y la razón última de la intriga urdida para asesinar a sus padres.

Mi opinión:

Nos encontramos ante una historia de misterio, que se desarrolla en el interior de un monasterio en la época de la Inquisición y las guerras papales.

Pero contemos un poco más. En el «antelogium», el autor nos narra cómo llegó a esta historia en un viaje casual a Carcasona, dónde se puso en contacto, por puro azar, con unos documentos que le llevaron a escribir La abadía de los herejes. Durante 40 capítulos cortos y un «epílogus», va tejiendo una historia de secretos, muchos de ellos, inconfesables.

Voy a contar lo que menos me ha gustado. El protagonista, del que nos habla la sinopsis, Ejean, no llega a la abadía hasta la página 190. Hasta ese momento, hemos conocido la historia de su familia, esto es muy necesario, la política del momento, tanto a nivel civil como religioso, que resulta un poco farragosa de entender, y las burradas, y no solo a modo de tortura, cometidas por la Inquisición. Son muchas páginas para que el lector conozca los antecedentes de la historia, se ha recreado demasiado en la exposición hasta llegar al que se supone tema principal de la novela, la investigación dentro del monasterio.

Ya en el interior del monasterio, algunas reflexiones religiosas, mezcladas con la política, resultan un poco excesivas. Hay algunas muy interesantes, pero no todas, como también me parece excesivo el capítulo erótico-sexual.

Me ha gustado cómo introduce al lector en la rectísima vida monacal, que no es tan recta, muy bien contada y ambientada. La investigación del misterio, el desarrollo de los personajes, la mayoría monjes, sus virtudes y sus defectos, y algunos buenísimos diálogos.

La lectura del documento secreto me ha producido un cierto desasosiego con los acontecimientos que nos está tocando vivir, pero eso creo que ha sido fruto de la casualidad y no de una intencionalidad del autor.

No puedo dejar de comentar que el reino catalán no ha existido nunca, a pesar de que en el texto se nombre en dos ocasiones.

Es una buena novela que, aunque  no mantiene el pulso durante toda la narración, por lo que a mí me ha dejado sentimientos encontrados, os recomiendo leer.

Almudena Gutiérrez