martes, 28 de julio de 2020

«La nena» de Carmen Mola


Sinopsis:

Es la noche del fin de año chino, empieza el año del cerdo. Chesca, al mando de la Brigada de Análisis de Casos desde hace un año, ha quedado con Ángel Zárate, pero en el último momento este le da plantón. Aun así, ella sale a divertirse, conoce a un hombre y pasa la noche con él. A la mañana siguiente, tres hombres rodean su cama, a la espera de unirse al festín. Y un repulsivo olor a cerdo impregna la estancia. Después de un día entero sin dar señales, los compañeros de la BAC empiezan a buscar a su compañera. Cuentan con una ayuda inestimable: Elena Blanco, que aunque dejó la policía tras la debacle que supuso el caso de la Red Púrpura, no puede dar la espalda a una amiga. Pronto se darán cuenta de que tras la desaparición de Chesca se esconden secretos inconfesables.

La autora:

Autora y profesora de universidad madrileña que escribe bajo el seudónimo de Carmen Mola.

Su primer libro publicado, La novia gitana, obtuvo un gran éxito de ventas en el panorama de la novela negra. Con él dio inicio a la saga protagonizada por la inspectora Elena Blanco. Con esta novela policíaca la misteriosa escritora Carmen Mola atrapa a sus lectores con una inquietante historia sobre la investigación de un asesinato en una familia gitana.

Mola continúa la saga con La Red Púrpura. En esta ocasión presenta un thriller todavía más extremo sobre la desaparición de un adolescente relacionado con el tráfico de vídeos de muertes en directo. En 2020 publica la tercera parte, La Nena.

Mi opinión.

Cuando leí La novia gitana, me pareció tan duro, tan fuerte la recreación en la maldad humana, la falta de un final cerrado, la poca empatía que me provocó la protagonista, la inspectora Elena Fuentes, borracha de grapa todas las noches y sobria por las mañanas, para resolver casos complicados, que decidí que no leería la siguiente entrega, La red púrpura, dejé que me la contasen.

Cuando se publicó La nena, amigas que conocen mis gustos, me insistieron para que la leyese, con la seguridad de que me iba a gustar, y así ha sido.

Es una novela dura, que me ha reconciliado con Elena Fuentes y con el equipo que la rodea y que me ha parecido, en muchos momentos, como si estuviese escrita por otra persona. No he reconocido a Carmen Mola en la sensibilidad con la que ha tratado algunos temas, en la crudeza sin recrearse o en el perfil más humano de cada uno de los miembros del equipo.

Me ha gustado esta nueva Carmen Mola, ha escrito una gran novela negra, muy ágil, que te atrapa desde la primera página hasta el final que, esta vez sí, lo cierra perfectamente, aunque deje en el aire lo que le pueda ocurrir a alguno de sus protagonistas.

He descubierto lo que es una persona gender fluid, en el personaje de Reyes Rentero, personaje nuevo en el equipo, que parece que ha llegado para quedarse.

Aunque los malos tienen una durísima historia detrás, no he podido empatizar con ellos en ningún momento.

Está escrita de forma que nos imaginemos cada uno de los escenarios, incluidos los más horribles, y suframos lo que ocurre en cada uno de los lugares, del pasado y del presente, gracias a unas descripciones muy visuales.

El libro se divide en cuatro partes con setenta capítulos muy cortos y nos va narrando con un ritmo endiablado la trama principal y las subtramas que va enlazando. Es verdad que el último tercio baja un poco la intensidad y, tal vez, alargue demasiado el desenlace.

Al cerrar el libro, el olor a cerdo, los gruñidos, y la historia del título, volverán a nuestra mente durante varios días, y alguna cosa más que no puedo contar para no desvelar nada. Por cierto, el título no me ha parecido apropiado.

Una novela que gustará mucho a los seguidores de Carmen Mola y a los amantes de novela negra.

Almudena Gutiérrez


jueves, 16 de julio de 2020

Día de libros a la calle


El próximo día 23 de Julio y de manera extraordinaria, se celebra el Día del Libro (San Jordi), en el distrito de Arganzuela. 

Con el apoyo de la Concejalía del distrito de Arganzuela y para dar más visibilidad a librerías y Editores, en el “Día de libros a la calle en el distrito de Arganzuela”, los libreros sacarán libros durante todo el día a la puerta de sus librerías. 
Estarán expuestas todas las novedades literarias del momento tanto en el interior como en el exterior, se podrá mirar, elegir y llevaros vuestra novela para este verano con un descuento especial.

Anotad bien en vuestra agenda el día. 

Desde aquí os invitamos a visitar nuestra librería amiga: Librería y papelería Compás en Calle Gasómetro, 11. Contarán con la visita de cuatro  autoras: Inés Plana, Mónica Rouanet, Marian Peyró y Amelia Noguera, que estarán encantadas de firmar sus obras.





martes, 7 de julio de 2020

«El inocente» de Mario Escobar

«Todos debemos enfrentarnos alguna vez en la vida con nuestra conciencia»

 Annette y Jeffrey Green son una exitosa pareja de escritores. Tras varios fracasos sentimentales parecen haber encontrado la felicidad en su maravillosa casa en Lancaster, Pensilvania. Es verano, mientras toman algo de vino al lado de la piscina recuerdan algunos de sus mejores momentos. Annette se marcha a dormir, pero lo que Jeffrey no sabe es que será la última vez que la vea con vida. Tras un desgraciado accidente, su esposa se cae por las escaleras y muere desangrada. La comunidad parece apoyar al pobre viudo, hasta que una carta anónima relaciona la muerte de su esposa con la de otra mujer, muerta en similares circunstancias en España en los años ochenta. El fiscal acusará a Jeffrey de asesinato y todo su turbio pasado se volverá contra él.

¿Podrá demostrar su inocencia? ¿Logrará que su propia familia le crea? ¿Dos muertes similares pueden ser casualidad?

El autor:


Mario Escobar, novelista, historiador y colaborador habitual de National Geographic Historia, ha dedicado su vida a la investigación de los grandes conflictos humanos. Sus libros han sido traducidos a más de doce idiomas, convirtiéndose en bestsellers en países como los Estados Unidos, Brasil, China, Rusia, Italia, México, Argentina y Japón. Es el autor más vendido en formato digital en español en Amazon.

 

Mi opinión:

Voy acumulando libros en mi lector electrónico que entran a formar parte de una larga lista, de la que voy eligiendo lectura, sin ningún orden. Así he llegado a El inocente, sin recordar cuando lo compré, pero sabiendo que, habiéndolo escrito Mario Escobar, no me iba a decepcionar.

Esta novela es como ver un capítulo de una serie de investigadores y abogados, con juicio, policía bueno, familia modélica que tiene muchos secretos a cuestas, corrupción política, venganza, jurado no todo lo ecuánime que debería ser…

El ritmo es vertiginoso, no te apetece dejar de leer, a pesar de que, desde el comienzo, ya con la dedicatoria, sabes que el protagonista es inocente, aunque lo complicado será demostrarlo.

« ¿Es inocente? ¿Qué es ser inocente? No importa si lo hizo o no. Deje que me explique: Lo importante es parecer inocente.»

Dos giros espectaculares, dejan al lector atónito, dejando toda la trama perfectamente cerrada, sin cabos sueltos.

Una lectura muy agradable, os la recomiendo.


Almudena Gutiérrez


lunes, 6 de julio de 2020

Benito Pérez Galdós, la figura del Realismo Español de Eduardo Valero


El centenario dedicado a la figura de Benito Pérez Galdós, que transcurre en este 2020, todavía no ha acabado. Mermado por las secuelas de la COVID 19, que ha interrumpido la vida de todos, pone de manifiesto la mala suerte que tienen los grandes escritores españoles para casi todo. Si el centenario de Cervantes de 2016 pasó «casi sin pena ni gloria», el de Galdós se presentía lleno de eventos, de publicaciones y de novedades. Sobre estas dos últimas cosas aún tenemos esperanzas. Ya publicadas dos biografías, la de Francisco Cánovas  y la de Eduardo Valero, esperamos con ansiada resignación la de Germán Gullón y Yolanda Arencibia, que a buen seguro, esclarecerán las falacias y errores que se han vertido sobre Galdós desde hace más de un siglo. Pero esta vez vengo a hablar de la de Eduardo Valero titulada Benito Pérez Galdós, la figura del realismo español y con la que tendré especial cuidado en reseñar dada la amistad que me une a su autor.

En este sentido es importante contar cómo lo conocí pues fue gracias a Galdós. Buscando en la red información sobre don Benito me di de lleno con la web «Historia Urbana de Madrid» que Eduardo dirige fielmente desde hace años. No dudé en escribirle y luego llegaron varias llamadas telefónicas para proponerle ser el cronista (título que le va al pelo) de las, entonces, nuevas Jornadas Madrileñas de Novela Histórica. Él aceptó sin pensárselo y así fue que desde 2015 Eduardo ha sido una pieza esencial en estas jornadas que este año 2020 iban a ser las quintas y en donde siempre se le ha dado un protagonismo esencial a Benito Pérez Galdós al ser el mejor retratista del Madrid del XIX.

Recuerdo que una vez animé a Eduardo a publicar todos los post que en su Historia Urbana de Madrid había, para que sus seguidores pudiéramos tener recopilados sus muchos documentos e investigaciones. Entonces se excusó diciendo que él no era escritor y que dicha labor se le presentaba como un trabajo inabarcable.  El destino hizo que años después se topara con la Editorial Sargantana y desde Valencia se consiguiera algo que no hicieron las editoriales madrileñas: proporcionar a una de las personas que más saben de Madrid publicar en su tierra.

Por eso también hay que felicitar a esta pequeña y familiar editorial que ha arriesgado en publicar primero Historia de Madrid en pildoritas y posteriormente la citada biografía Benito Pérez Galdós. La figura del realismo español. Ambos trabajos representan una ingente recopilación de información ofrecida de forma amena y organizados por compartimentos estancos que se han convertido en «fondo de librería» y elemento básico de la biblioteca del buen lector.

Si hay que ponerle algún reparo a la obra de Valero es el título. «La figura del realismo español» se presiente ensayo sesudo y centrado en la obra literaria de Galdós. El contenido del libro, que tampoco podríamos definir estrictamente como biografía, es un compendio de investigaciones que el propio Valero realizó desde años atrás, organizadas cronológicamente pero que no guardan la metodología habitual de las biografías.

Me explico: Valero atiende más a la vida cotidiana, a los detalles, a las novedades y a desentrañar y reivindicar falsedades y verdades que a escribir una vida completa, de principio a fin. Por eso en este libro encontraremos cosas que nunca antes se habían dicho de Galdós, otras que se dijeron hasta la saciedad pero matizadas y algunas contrastadas con la propia familia Pérez Galdós (circunstancia que aunque pueda resultar evidente no concurre en muchas de las biografías ya publicadas sobre el escritor canario), con el fin de dar mayor fiabilidad a lo que se cuenta.

Pongamos en valor solo algunos detalles que aporta el libro y que deben corroborar el gran trabajo realizado por Valero. ¿Cómo escribía Galdós? Así lo narra:
«Si está en su finca de Santander, desayuna y da un paseo por jardines y huerta. A continuación, escribe una cuartilla tras otra. Si es obra dramática orienta el papel en sentido vertical, con escritura clara en pulcros renglones. Si es novela, las cuartillas van en horizontal. ¿Una manía?...En absoluto, es la manera con la que el escritor puede identificar a simple vista una obra entre sus papeles.»
Otra de las novedades que presenta Eduardo es la clarificación del número de la calle Serrano donde habitó don Benito durante un breve tiempo y que dio a conocer en una charla impartida en la Biblioteca Regional de Madrid  con el título La llegada de Galdós a Madrid y casas que habitó, tema, por otra parte que entusiasma al autor.

Para finalizar es importante recordar el esfuerzo que Eduardo Valero ha dedicado a la figura del escritor canario. Gracias a él ahora es ya hijo adoptivo de Madrid, debido a una iniciativa lanzada a través de su web Historia Urbana de Madrid y redes sociales, que fue ampliamente apoyada por organizaciones, asociaciones y particulares y que finalmente el Ayuntamiento de la capital tuvo a bien reconocer.

No creo que sea la última cruzada en la que se embarque Eduardo Valero tratándose de Galdós, porque a las rutas que ya realiza y ha realizado junto a Carpetania Madrid o con la Asociación Verdeviento, muchas son las cosas que quedan por hacer para divulgar, como se merece, la obra y vida del gran don Benito. Pese a quien pese.
Carolina Molina

                                                                       




                                                                                                                       
Nos hemos puesto en contacto con el autor y nos ha comentado la reseña que ha hecho su amiga y compañera Carolina Molina.

En este momento en que se habla de nuevas biografías publicadas, la Revista Pasar Página, publica una breve reseña de mi libro, ese que no suele citarse y que muchos no conocen.
Carolina Molina, autora de la entrañable novela «Los ojos de Galdós», firma esta reseña en la que añade mi vinculación con las «Jornadas Madrileñas de Novela Histórica», de las que es mentora y fundadora.

Desde aquí va mi agradecimiento por recordar mi trabajo y el de años de investigación.

Mi libro, como dice Carolina, no es una biografía al uso sino un compendio de hechos históricos y biográficos necesarios para conocer y comprender a Galdós y los espacios donde nacen sus obras, donde se desarrolla su vida, principalmente en Madrid y Santander.

De las biografías conocidas, y según el juicio de los lectores, esta parece ser la más amena. Me alegro de que así lo perciban.

Como puede advertirse en el prólogo, escrito y dedicado por Rosa Amor del Olmo, en un principio el título del libro sería «Madrid y Galdós», pero la editorial decidió cambiarlo. Y es que, en realidad, aunque Madrid es la ciudad donde vive y muere; en la que el literato madura y su genio creador la retrata y a su gente -a tal punto de denominarla Madrid galdosiano y ser merecedor de que esta le adopte como su más eminente hijo-, también se habla de Las Palmas de Gran Canaria, su ciudad natal; de San Quintín, su residencia de Santander; y de otros tantos lugares que visita e inmortaliza en sus obras, en los que recibió idéntico afecto que el profesado por el pueblo madrileño. Afortunadamente, ese sentimiento perdura.

Carolina Molina me conoce muy bien: trabajando estoy en la divulgación de otras tantas historias asociadas con el Galdós madrileño. Hoy y siempre, porque así lo merece el magnánimo, el insigne Don Benito, un excelente cronista del Madrid decimonónico.
Eduardo Valero





Reseña original publicada en el número 31 de la Revista Pasar Página