lunes, 23 de marzo de 2020

Carta a un niño que acaba de nacer




Querido bebé:

Acabas de nacer y has llegado en un momento complicado, a un mundo diferente, convulsionado por un virus que desconocíamos y que ha puesto del revés nuestra forma de vida.

No te preocupes, lo más importante para ti, tus padres, están contigo, piel con piel, queriéndote desde que te han visto, e incluso desde mucho antes.

Lo que está ocurriendo va a impedir que veas a tus abuelos, es una pena, pero no te preocupes, ellos se consuelan con las nuevas tecnologías, ya les han hecho una vídeo-llamada para que te conozcan y tu cara se les ha quedado grabada para siempre.

Tu papá te hará un vídeo para enviar a toda la familia y al grupo de amigos, para presentarte, y se alegrarán de recibir vida en estos momentos tan difíciles. Sí, bebé, tu traes vida, esperanza y amor.
¿Por qué digo esto? Porque todos estamos remando juntos, porque nos hemos dado cuenta de lo importante, o eso espero, porque este frenazo se tiene que convertir en el impulso para que crezcas en un mundo mejor.

Tu mamá no tiene flores ni bombones, porque la tienda cercana al hospital está cerrada, pero está recibiendo por wasap los ramos virtuales más variados, enviados con el mismo cariño.

El personal sanitario está volcado con vosotros, sois un soplo de aire fresco, vuestra planta del hospital está llena de sonrisas y las enfermeras te han regalado un globo coloreado que han hecho con un guante quirúrgico, uno solo, porque no pueden desperdiciar material.

Deseo de corazón que, cuando tengas edad de leer esta carta, esta pesadilla sea un recuerdo del que hayamos salido fortalecidos, y te hayas convertido en un niño sano que nació en un momento diferente pero, sobre todo, deseo que seas un niño feliz.

Un beso muy grande, bebé.

Almudena Gutiérrez



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