Querido bebé:
Acabas de nacer y has llegado en un momento complicado, a un mundo diferente,
convulsionado por un virus que desconocíamos y que ha puesto del revés nuestra
forma de vida.
No te preocupes, lo más importante para ti, tus padres, están
contigo, piel con piel, queriéndote desde que te han visto, e incluso desde
mucho antes.
Lo que está ocurriendo va a impedir que veas a tus abuelos,
es una pena, pero no te preocupes, ellos se consuelan con las nuevas
tecnologías, ya les han hecho una vídeo-llamada para que te conozcan y tu cara
se les ha quedado grabada para siempre.
Tu papá te hará un vídeo para enviar a toda la familia y al
grupo de amigos, para presentarte, y se alegrarán de recibir vida en estos
momentos tan difíciles. Sí, bebé, tu traes vida, esperanza y amor.
¿Por qué digo esto? Porque todos estamos remando juntos,
porque nos hemos dado cuenta de lo importante, o eso espero, porque este
frenazo se tiene que convertir en el impulso para que crezcas en un mundo
mejor.
Tu mamá no tiene flores ni bombones, porque la tienda
cercana al hospital está cerrada, pero está recibiendo por wasap los ramos
virtuales más variados, enviados con el mismo cariño.
El personal sanitario está volcado con vosotros, sois un
soplo de aire fresco, vuestra planta del hospital está llena de sonrisas y las
enfermeras te han regalado un globo coloreado que han hecho con un guante
quirúrgico, uno solo, porque no pueden desperdiciar material.
Deseo de corazón que, cuando tengas edad de leer esta carta,
esta pesadilla sea un recuerdo del que hayamos salido fortalecidos, y te hayas
convertido en un niño sano que nació en un momento diferente pero, sobre todo, deseo
que seas un niño feliz.
Un beso muy grande, bebé.
Almudena Gutiérrez
Qué bonito.
ResponderEliminarQué bonito.
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