Cuando Yuri Santacruz asistió al nombramiento como
canciller de Adolf Hitler, no podía imaginar lo mucho que cambiaría su vida en
Berlín. Había llegado allí unos meses atrás, después de haber huido, junto con
parte de su familia, de San Petersburgo, asfixiados por una revolución que los
había dejado sin nada. A Yuri también lo privó de su madre y su hermano
pequeño, a quienes las autoridades rusas no permitieron la salida del país.
Ya en Berlín, su sentido de la justicia lo impulsará a
defender a un joven comunista agredido por las tropas de asalto de Hitler. Ese
día, además, conocerá a su gran amor, Claudia. Su vida dará un giro inesperado,
y la que hasta entonces había sido su máxima prioridad, buscar a su madre y a
su hermano, será sustituida por otra más urgente en esos tiempos convulsos:
seguir con vida.
Una gran historia de amor y guerra, de lucha y
supervivencia. Una delicia narrativa.
Cuando el amor y la esperanza son más poderosos que el
odio y la furia.
La autora:
Con su última novela Últimos días en Berlín, ha sido la
finalista del premio Planeta 2021
Esta es nuestra opinión:
La pluma de Paloma Sánchez Garnica nunca defrauda, nos puede
gustar más o menos la historia que nos cuenta, pero tiene una narración
impecable.
Estamos ante una ficción histórica con una magnífica
ambientación y una documentación muy buena que nos traslada a una época
complicada.
Yuri Santacruz, el protagonista, nace en la Rusia zarista.
La autora nos muestra sus orígenes en el San Petersburgo de 1921, su vida y la
de su familia. La revolución rusa dará un vuelco a su vida acomodada y feliz,
desde ese momento, nada será fácil para Yuri.
Por nuestros ojos van pasando el Moscú estalinista, el
ascenso de Hitler, la guerra civil española y la dictadura posterior, aunque se
centrará, sobre todo, en lo ocurrido en Berlín desde 1933, hasta el final de la
II Guerra Mundial, en 1945.
A través de un barrio, de sus comercios, muchos regentado
por familias judías y de una casa de vecinos, en la que vive nuestro
protagonista, podremos conocer los diferentes estratos sociales, las
ideologías, la dureza de lo que se vivió allí, narrado con una crudeza que nos
encogerá el corazón, porque sabemos que lo que se cuenta es mucho menos grave
que lo que realmente ocurrió. Unos personajes con envidias, maldad, egoísmo,
adoctrinamiento y miedo, mucho miedo.
Una novela coral, con grandes personajes principales y
secundarios muy bien perfilados, con varias subtramas apoyando la trama
principal y unos giros argumentales que nos mantienen en vilo durante toda la
lectura
Muchos de los acontecimientos históricos en los que ha
engarzado su historia de ficción, son muy conocidos y no por eso no dejan de
ser muy interesantes. Leyendo ficción histórica se aprende mucha Historia.
Cada capítulo está encabezado con «Los principios de
propaganda» de Goebbels y nos hacen pensar lo fácil que es repetir la historia,
caer en los mismos errores y da miedo el giro que está tomando la política más
reciente.
Y, una vez más, me he revuelto con el trato que se da a las
mujeres, no por estar en guerra, sino por el hecho de ser mujeres. En una época
en la que podían matarte por decir una palabra que no gustase, tanto en
Alemania como en Rusia, si añadías ser mujer, antes de matarte te violaban
todos los soldados, no se acordaban de sus madres, sus hermanas, sus esposas,
solo eran animales haciendo uso de sus instintos más básicos.
Y a pesar de todo, es un canto al amor, a toda clase de amor
y también nos hace reflexionar sobre el poder de la amistad.
Para sobrevivir al horror, hay que tener una fuerte razón
para vivir, nuestra vida necesita tener sentido, no podemos perder nuestra
dignidad y eso lo plasma Paloma Sánchez Garnica con gran maestría.
No penséis que vais a leer una novela agradable, es cruda, con algún acontecimiento, brutal, pero merece la pena.
Almudena Gutiérrez |
Esta reseña se ha escrito en base a una lectura conjunta del grupo de lectura «Leyendo entre amigas» que fue publicada en el número 38 de la revista Pasar Página.
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