La Feria del Libro de Madrid, también llamada #laferiadelreencuentro,
cerró sus puertas el domingo 26 de septiembre, con la mirada puesta en el año
próximo esperando que pueda volver a las fechas de siempre, a caballo entre mayo y
junio.
Los resultados, en cifras, no son demasiado alentadores, los
384.000 visitantes de esta edición, frente a los casi dos millones que tuvo
en 2019. Las ventas no se han resentido tanto, tan solo un 10% menos, pero para los fieles, los
lectores de siempre, ha sido una feria rara, con unas filas interminables para
entrar al recinto durante los tres fines de semana.
Los editores y grandes librerías, han querido asegurarse el éxito con las firmas
de sus autores más renombrados, aunque eso haya supuesto el caos en las casetas
que se hacían invisibles con las largas filas. Todos pensamos que la falta de
organización que se vivió el primer fin de semana, iba a resolverse para los
dos posteriores, pero no fue así. Hacer la visita con niños, imposible.
Datos aparte, queremos hacer un homenaje al lector, el que más ha sufrido en esta feria, ese que no sale en las estadísticas, aunque se tenga que haber ido a su casa sin poder acceder al recinto, en algunos casos, habiendo venido de fuera de Madrid.
Lorena Sánchez Rodríguez, buenísima fotógrafa,
amiga de nuestra publicación y gran lectora, ha acudido varios días a la Feria con la intención de traerse firmados los ejemplares de sus libros, y lo ha conseguido. Además, ha tenido el detalle de regalar a los autores marcapáginas con algunas de sus fotos más emblemáticas, algo que no se esperaban y que han agradecido enormemente.
A continuación os dejo la galería fotográfica que, amablemente, nos ha cedido.
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Víctor del Árbol
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