La forma del agua
Esta película que ya ha ganado el León de Oro en Venecia y el Globo de Oro, ha conseguido trece nominaciones
para la 90 edición de los Oscar de Hollywood, las mismas que Lo que el viento
se llevó en 1939. La producción y la dirección son de Guillermo del Toro y es coguionista con Vanessa Taylor. Es un drama romántico de género
fantástico.
Sinopsis:
Guillermo del Toro |
Estados Unidos,
alrededor de 1963. Es la Guerra Fría y la carrera militar y espacial está en su
punto más álgido. La solitaria Elisa es una empleada de la limpieza que trabaja
en un oculto laboratorio dentro de unas instalaciones de alta seguridad del
gobierno. Atrapada en una vida llena de silencio y aislamiento, su vida cambia
por completo al descubrir junto con su compañera Zelda un experimento
clasificado como secreto. Se trata de un ser enigmático: un hombre-pez único,
una auténtica anomalía natural, que vive encerrado y es víctima de diversos
experimentos. Elisa empieza entonces a sentir simpatía por este extraño ser y
se establece una fuerte conexión entre ambos. Pero el mundo real no es un lugar
seguro para un hombre de estas características.
Mi opinión:
Sally Hawkins |
Es una película bonita. Se podría decir (palabras de
mi marido) que es el ET del siglo XXI y puede que tenga razón. Es un cuento
para adultos, muy cuidado, con una música que llena los grandes silencios, una
fotografía y ambientación que nos introduce en un laboratorio de alta seguridad
y en los colores y la extraña moralidad de una década, la de los sesenta.
Puede ser también una fábula con moraleja, la fábula
de los seres marginados, los que limpian las porquerías de los demás y se
convierten en invisibles para los poderosos, personas nobles que se unen para
ayudarse entre ellos en un mundo hostil.
Michael Stuhlbarg |
Muy importante el papel de los actores. La
protagonista Sally Hawkins, hace una interpretación buenísima de un personaje
difícil ya que lo hace solo con gestos, es muda. Su vecino y compañero, Richard
Jenkins, el eterno secundario que borda sus papeles, su amiga Octavia Spencer,
nos tiene acostumbrados a interpretaciones magistrales y el «malo» Michael Stuhlbarg, irreconocible como
Strickland. El actor que da vida al hombre anfibio, Doug Jones, tiene el mérito
de soportar las largas horas de rodaje embutido en ese difícil traje.
El guiño a los viejos musicales le da un punto de precioso romanticismo.
Guillermo del Toro no ha querido pasar de largo sobre temas como la homofobia, el racismo y el machismo que, tristemente, siguen presentes más de cinco décadas después.
Doug Jones |
Octavia Spencer |
Richard Jenkins |
Gran película.
Almudena Gutiérrez
Me gustó muchísimo la película y los personajes son impresionantes.
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