miércoles, 13 de noviembre de 2024

«Aquella vez en Berlín» de María José Moreno




Hay libros que tienen un recorrido muy corto por diferentes circunstancias. Aquella vez en Berlín vio la luz al mismo tiempo que el Covid llegaba a nuestras vidas. Le dimos a la tecla de pausa, las librerías echaron el cierre, no hubo presentaciones ni ferias ni clubs de lectura.

Cuando se fue volviendo a la normalidad, ya había otras novedades y muchas novelas quedaron en el olvido. No era justo, pero así es la vida.

Más de cuatro años después, vuelve a nosotros porque se merece una segunda oportunidad.

Su autora, María José Moreno, la ha vestido de lujo, con una nueva cubierta diseñada por ella misma y la ha vuelto a presentar a los lectores con la ilusión del primer día.

A continuación os dejo la reseña que escribí aquel marzo de 2020, porque leída cuatro años después, me ha dejado las mismas buenísimas impresiones.

Sinopsis:

El día que el arquitecto alemán Richard Leinz recibe en su casa de Londres al señor Parker, investigador privado, descubre que hace quince años cometió una grave equivocación que marcó su vida. Atormentado por sus dramáticos recuerdos y por el dolor que causó a su alrededor, emprende una búsqueda tenaz en su pasado para intentar enmendar su error.

Cuando Thomas, secretario de Richard, decide por su cuenta llamar a Marie Savard, con la que el arquitecto mantuvo una relación, no sabe que está a punto de derrumbarse todo lo que lo ha mantenido a salvo hasta el momento: ¿Por qué Richard ya no es el que era? ¿Podrá Marie ayudarlos a librarse de sus fantasmas? ¿Cómo se puede convivir con la culpa?

Una historia intimista de secretos desgarradores, de amores frustrados, de palabras no dichas, de luces y sombras en el pasado de unos personajes que intentan sobrevivir en un tiempo histórico complejo mientras tratan de combatir a sus propios demonios y coger aire para disfrutar de eso a lo que llamamos vida.
Las casualidades no existen. Los encuentros fortuitos tampoco.

Mi opinión:

Leer a María José Moreno es una delicia, porque escribe muy bien, posee una cuidadísima prosa.

Estamos ante una historia intimista con cuatro personajes que tienen en común infancias duras, ausencias y acontecimientos a los que han puesto una coraza para enviarlos al olvido y continuar viviendo.

Pero, a lo largo de la vida, las corazas se deterioran. Pequeños o grandes sucesos abren fisuras y los recuerdos empiezan a aflorar exigiendo esa parcela que se les ha negado y, en ese momento, tenemos que hacer balance real de nuestros aciertos, nuestros errores y las consecuencias de todos ellos.

Esta novela necesita dos lecturas: en la primera, más rápida, nos motivará conocer el desenlace de cada una de las historias que la autora ha ido tejiendo, entrelazando, hasta cerrar cada uno de los hilos que ha utilizado en su narración; la segunda, deberá ser más pausada, para que nos ayude a reflexionar sobre las circunstancias biográficas de cada uno de los personajes, sus implicaciones y su relevancia en la trama.

A través de 38 capítulos cortos, que se inician con la fecha y el lugar, con dos narradores, Thomas, en primera persona, y un narrador omnisciente, nos adentramos en la vida del propio Thomas, de Richard, de Marie y de Lisa, con dos personajes secundarios que me han parecido entrañables, Kate y el señor Parker y, otros dos, muy simpáticos, Ronny y Susan.

Dos hilos temporales, que terminan por unirse, y numerosos flasback, nos sumergen en una historia de secretos, mentiras, culpa, amor, dolor, odio, celos, amistad y lealtad.

«Solo si reconocemos nuestros errores y aceptamos sus consecuencias, tendremos la oportunidad de aprender de la experiencia».

Hay muchas cosas que nos vamos imaginando, prueba de que María José Moreno «juega» con el lector. Nos deja algunas pistas en frases, aparentemente sin importancia, que nos permiten conocer en muchas ocasiones lo que va a ocurrir antes de leerlo.

La descripción psicológica de cada uno de los personajes, a los que llegamos a conocer en profundidad y hasta intuir su manera de actuar en el futuro; la sensibilidad que plasma con la música de Wagner, invitando a que la escuchemos durante o después de la lectura; el amor por los animales, presente en Tristán, el perro de Richard; pasear por Unter den Linden en Berlín (nos recuerda a su novela Bajo los tilos); las buenas personas que se pueden conocer a través de las redes sociales y muchos detalles más, hacen que podamos presentir que hay mucho de María José Moreno en esta novela, que no ha dejado nada al azar.

Los escenarios están muy cuidados. La casa de Richard, el jardín, los encuentros en los hoteles, su antigua casa…, pero lo que más me ha impresionado es esa habitación cercana a la UCI, y los espacios que la rodean, en la que nuestros protagonistas pasan tantas horas. La comodidad frente a la angustia que se vive entre esas paredes y que se acerca mucho a las que existen en los hospitales privados y en muchos públicos.

Aquella vez en Berlín es una novela de sentimientos, escrita con el corazón: «La historia que quería contar solo podía hacerse mediante la reflexión y desde los sentimientos de unos personajes que tienen mucho de nosotros mismos». En definitiva, una novela que no os va a dejar indiferentes y cuya lectura os recomiendo.

«El discurrir de la vida conlleva tomar decisiones a diario. Unas acertadas y otras, no solo erróneas, sino con tal alcance para las vidas de otros que trastocan el curso biográfico de los mismos».

Almudena Gutiérrez

Enlace de compra: https://amzn.eu/d/0vkaHcn




miércoles, 6 de noviembre de 2024

PRESENTACIÓN DE LOS PREMIOS PLANETA 2024


Coincidiendo con su llegada a las librerías, se han presentado en Madrid las obras ganadora y finalista del Premio Planeta 2024: Victoria de Paloma Sánchez Garnica y Fuego en la garganta de Beatriz Serrano.

El lugar elegido ha sido la Real Academia Española de la Lengua, un sitio privilegiado para hablar de Literatura, como ha comentado José Creuheras, presidente del Grupo Planeta y Atresmedia.

El acto ha estado marcado por la tragedia producida por la DANA. Al comienzo, se ha guardado un respetuoso minuto de silencio en memoria de las víctimas. Por el mismo motivo, el vino que se sirve al finalizar la presentación ha quedado suspendido, destinando los fondos presupuestados para tal fin a los damnificados.

La editorial Planeta cumple 75 años y desde luego, el objetivo que perseguía su fundador, José Manuel Lara, que era el de darle al libro la máxima difusión en una época en la que se leía poco, se ha cumplido. «Mil millones de libros hemos vendido. Si lo que de verdad queríamos era encontrar difusión, podemos decir con mucho orgullo que lo hemos conseguido», ha querido resaltar el presidente del Grupo Planeta.

La presentadora del acto, Cristina Villanueva, ha afirmado que las dos novelas que se presentaban eran muy diferentes, pero que tenían algo en común: sus personajes femeninos, esas mujeres que tratan de sobrevivir, de encontrar un sitio en el mundo.

Paloma Sánchez Garnica, en esta novela ha querido homenajear a las mujeres olvidadas por la historia, como la actriz Hedy Lamarr, que durante la Segunda Guerra Mundial inventó un sistema de comunicaciones de salto de frecuencia para los Aliados, que posteriormente sentó las bases de la tecnología del GPS, Bluetooth y Wi-Fi que utilizamos hoy en día.

Su trama pasa del final de la II Guerra Mundial en Berlín, a Estados Unidos, donde nos encontraremos con el problema de la segregación racial y de la famosa «caza de brujas», temas ambos que le ha encantado estudiar.

Le interesaba plasmar en su novela los atentados contra los derechos humanos, porque sentía la necesidad de combatir las injusticias.

Para documentarse releyó Lo que el viento se llevó, porque contiene una intrahistoria muy real sobre la que reflexionar, y como homenaje la ha hecho un guiño en su novela. Como en esa historia, en Victoria también hay penurias, dramas y mucho amor.

Paloma Sánchez Garnica ha comentado la importancia de los personajes secundarios y lo que le cuesta resumir, habiendo tantas cosas que contar.

Ha hablado del poder del periodismo en la sociedad, «el que se enfrenta al poder y sí arriesga para contar la verdad» y de los paralelismos que tienen algunas de las cosas que ella narra, con el mundo actual.

«La historia se repite con diferentes poderes y enemigos, pero el ser humano siempre cae en los mismos errores».

Beatriz Serrano también ha buscado a una protagonista muy especial. Le gusta tratar con personajes que se salen de la norma, los que están en los márgenes de la sociedad. En esta ocasión ha recorrido la infancia y adolescencia de Blanca, una chica que no encuentra su lugar en el mundo en la Valencia de los 90.

Hay muchas cosas de las que le gustan a Blanca que son comunes a sus propios gustos, pero la autora los descubrió mucho más tarde que su protagonista.

El personaje secundario que más le gusta es el de la madre, a la que no ha querido ponerle nombre y ha explicado que disfruta creando personajes minúsculos, que tienen una pequeña aparición pero que aportan muchísimo a la historia.

Las novelas ya están en manos de los lectores, en nuestras manos, y os contaremos todo lo que vayamos descubriendo con su lectura, además de intentar entrevistar a las dos autoras. Desde Pasar Página, damos las gracias a la editorial Planeta por invitarnos a este acto.



De derecha a izquierda: Cristina Villanueva, periodista y presentadora; Marta Rivera de la Cruz, delegada del Área de Gobierno de Cultura, Turismo y Deporte del Ayuntamiento de Madrid; Santiago Muñoz Machado, director de la RAE; Paloma Sánchez-Garnica, ganadora del Premio Planeta 2024; Beatriz Serrano, finalista del premio Planeta 2024; y José Creuheras, presidente de Grupo Planeta y Atresmedia;
Créditos fotográficos: Alberto Roldán
Almudena Gutiérrez