Editorial Planeta
Premio Azorín de novela 2022
A veces las personas pequeñas hacen grandes cosas y
guardan después silencio.
En el efervescente Madrid de los años treinta, Tina sueña
con convertirse en bibliotecaria. Junto con su amiga Veva, se adentrará en un
mundo de cabarets y clubs feministas, libros malditos y viejos fantasmas. Así
descubrirán la Biblioteca Invisible, una antigua sociedad secreta que vela por
los libros prohibidos.
Pronto Madrid se convierte en una ciudad sitiada, donde
la cultura corre más peligro que nunca. En medio de una guerra que lo arrasa
todo, Tina vivirá una historia de amor clandestina que marcará el resto de su
existencia mientras trata de proteger los libros no sólo de los incendios y las
bombas, sino también de la ignorancia y los saqueadores.
Una novela emocionante e imprescindible sobre el amor a
la cultura. Un sincero homenaje a quienes arriesgaron sus vidas para preservar
el tesoro de nuestras bibliotecas.
Mi opinión
En esta novela María Zaragoza ha sabido tejer su ficción con
la Historia y lo ha hecho de forma que casi no sepamos distinguir una de otra.
Nos permite dar un paseo por los acontecimientos más
importantes de nuestro país, conociendo a sus gentes, cómo vivían, cómo
sufrieron la guerra, tan diferente en los distintos puntos de España.
Los libros y la ciudad de Madrid, son dos de los
protagonistas de esta historia, en la que se ha querido homenajear a muchos
seres anónimos que pusieron sus vidas en peligro para salvar nuestro
patrimonio, en este caso los libros, de la locura de la guerra y de la barbarie
de aquellos a los que no les interesaba que otros pudiesen conocer la libertad
a través de la lectura.
También podremos recrearnos con el ascenso de las mujeres en
un tiempo en el que estaban relegadas a un segundo plano. Podremos entender un
poco mejor la diferente educación de la mujer de provincias, tanto en la forma
de pensar como en su vestimenta o su misión en la vida, que estaba relegada a
un buen matrimonio, con algunas mujeres de Madrid, por supuesto de la
burguesía, que empezaban a conocer otra forma de vida paralela a los hombres y
no solo complementaria.
A través de estas páginas acudiremos a tertulias con Lorca,
conversaremos con María de Maeztu y conoceremos el Lyceum Club Femenino que
ella presidía y lloraremos la muerte de Hildegart. Pero también bajaremos al
infierno cuando se retroceda en casi todo lo que se había conseguido.
Una novela con muchos personajes, reales y de ficción, que
conviven magníficamente. Los ya conocidos, por aparecer en los libros de
Historia, puede que nos sorprendan, los que han nacido para esta novela, están
tan bien perfilados, son tan profundos, que casi dudaremos si se los ha
inventado la autora.
Tina, la protagonista indiscutible, irá creciendo desde que
saliese de la casa familiar para venir a estudiar a la capital. La
trasformación de la chica provinciana de buena posición a la mujer en la que se
convierte cuando acaba la guerra, hace vibrar al lector, viviéndolo en primera
persona.
A Tina la acompañan tantas personas a lo largo de esta
historia que es imposible nombrarlos, por lo que me quedaré con los que más me
han cautivado, la tía Paca y el Conde Duque.
La pensión de la tía Paca, nos acercará a la soledad de la vejez,
la necesidad de compartir los recuerdos, la ayuda y la solidaridad. Nos abrirá
las puertas al mundo de los espíritus y de algún que otro fantasma y, por
supuesto, al amor, ese que nace en los momentos más difíciles.
Con una narración exquisita, sencilla, sin florituras, sin
abusar de la extensa documentación que tiene que haber utilizado la autora para
escribir esta obra, mi humilde opinión es que los premios, a veces, son muy,
muy merecidos.
En el número 52 podréis leer la entrevista que le hicimos a la autora, María Zaragoza.
Almudena Gutiérrez |
No hay comentarios:
Publicar un comentario