domingo, 3 de febrero de 2019

Los Goya desde mi butaca


Otra vez me he sentado a ver Los Goya desde mi butaca.
Superar la gala del año pasado era sencillo, porque fue la peor en muchos años y la verdad es que tenía grandes expectativas por los presentadores, Silvia y Andreu, y por Campeones, la película que partía con más nominaciones.
No he visto el paseo por la alfombra roja pero me he entretenido en buscar la galería de fotos para constatar que la más elegante de la noche, en mi opinión, fue Penélope Cruz. Mal vestidas había tantas, que no me atrevería a escribir quién me ha parecido la peor.
El comienzo a cargo de los presentadores huyendo en su coche, me ha parecido muy original, pero un poco largo.
Ha sido una gala algo más fluida, los discursos más contenidos para evitar que comenzase a sonar la música que indicaba al orador que se estaba pasando. El momento Berto Romero y David Broncano estuvo gracioso y el discurso del presidente no fue excesivo en ningún sentido, lo que es muy de agradecer.
Silvia Abril me pareció muy poco natural, forzada y sobrepasada en todo momento por Andreu Buenafuente. Sus intervenciones a lo largo de la noche me resultaron excesivamente largas y, en muchas ocasiones, con poca gracia.
El momento del semidesnudo de ambos presentadores pasará a la historia porque muy pocos son capaces de ridiculizarse a sí mismos, aunque hay quien ha querido asociar que el «modelito» de Silvia era una reivindicación para que las mujeres no llevemos fajas y nos sintamos libres. Disiento: las fajas se vuelven a llevar, al igual que las bragas altas. Las primeras porque a todas nos gusta lucir un cuerpo bonito con un vestido de noche y las segundas porque son más cómodas y no hacen michelines. Precisamente ambas se utilizan para sentirnos a gusto con nosotras mismas.
La canción «a capela» de Rosalía, muy, muy bonita, aunque la realización no nos dejó ver el fondo que acompañaba su actuación, que tuvimos que intuir.
La actuación de Amaia Romero, Rozalén y Judit Neddermann, haciendo un popurrí de las canciones nominadas, estuvo bien, aunque sigo insistiendo en que Amaia no sabe cantar y ayer a la pobre, la vistió su peor enemigo por mucho que los modelos fuesen de alta costura.
Hoy no se habla de otra cosa en las redes que del emotivo discurso de Jesús Vidal cuando salió a recoger su premio a Mejor Actor Revelación por la película Campeones. Un discurso largo al que no quisieron poner música para indicarle que se estaba pasando porque hablaba en nombre de todas las personas con discapacidad, pidiendo «inclusión, diversidad y visibilidad».
El homenaje a Chicho Ibáñez Serrador, correcto, el homenaje a Mujeres al borde de un ataque de nervios, muy Almodóvar y, como punto final, el cabezón a la mejor película para Campeones que, esta vez sí, hemos disfrutado ya una gran mayoría de los que anoche contemplamos la gala, coincidiendo en que es una película que hay que ver.
Sigo diciendo que habría que incluir alguna actuación más, que hace muy feo los planos del patio de butacas con las butacas vacías porque corresponden a personas que entregan premios, que no es tan difícil utilizar sobres de los que salga con holgura el tarjetón…pero bueno, al menos ha tenido momentos que recordaremos, que ya es mucho.
Almudena Gutiérrez






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