viernes, 19 de octubre de 2018

Encuentro con Víctor Fernández Correas


La Librería Papelería Compás ha acogido la presentación de «Se llamaba Manuel», de Víctor Fernández Correas.
Un encuentro con el autor que ha corrido a cargo de Pilar Santamaría, que se había hecho un estudio pormenorizado de la novela, a la que no le cabían más post-its de colores, además de un resumen final lleno de notas para comentar con el escritor.

Han ido desgranando la historia, cada uno de los personajes: Gonzalo, Arturo, Marga, Escolástica, Canelita…Los buenos, los malos, los entrañables, los principales y los secundarios; unas tramas complejas que se mezclan a lo largo de toda la historia para conseguir llegar al final desenmarañando la madeja para que nos quede todo claro.

No es fácil hablar sin «destripar» nada, por lo que Víctor nos ha contado cómo fue creando su novela. Lo primero que escribió fue el prólogo y el final y, a partir de ahí, desarrolló personajes y comenzó la historia. Algunos, como Marga, se rebelaron y le pidieron mayor protagonismo, más crudeza. Tuvo con ella grandes discusiones, porque ¿no lo sabían? Víctor discute con sus personajes, y no siempre gana la partida.

Las escenas le asaltan en cualquier momento y las va anotando en las libretas que le hace su amigo Juan Carlos. Por cierto, ha sorteado dos y mi número ha sido uno de los elegidos.

Nos ha mostrado el mapa que utilizó para hacer caminar a sus personajes por el Madrid de 1952. Para conocer los estrenos cinematográficos o los partidos de liga se ha documentado en la hemeroteca de ABC.

La novela está llena de guiños: su amado Atlético de Madrid, que no hizo una buena temporada 52/53, el bar en el que su suegro ha trabajado toda su vida, en la calle de Leganitos, su admirado escritor de cabecera, Miguel Delibes, e incluso el título como homenaje a su familia, que le llama Manuel, porque su nombre completo es Víctor Manuel.

Aunque muchos lectores le han preguntado por una segunda parte, él tiene clarísimo que no la va a hacer. Esta historia se acaba con la palabra fin. Es verdad que, al haberse documentado tanto, escribirá otras tramas en esta misma época, que conoce tan bien.
Nos cuenta varias primicias: está escribiendo una novela histórica con un prólogo durísimo y una historia que no conseguiremos entender hasta la última frase. Ha hecho una recopilación de sus relatos, ya registrados con el título «……..» y tiene en mente una saga ambientada en la época de su «colega» Carlos V, que constará de varios libros cortos, con un mismo protagonista. Cuando toque, volverá a la novela de Adela, que está guardada en un cajón de la editorial, a petición suya.

Desde sus inicios como escritor ha tenido suficientes decepciones como para estar disfrutando de un momento dulce con este libro que está cumpliendo las expectativas y con una editorial como Versátil, que le trata bien. Hombre agradecido, no ha dejado de mencionar a Víctor del Árbol y la regañina que, con una sonrisa, le hizo la pasada edición del Getafe Negro para que «se pusiese las pilas», se olvidase del pasado y comenzase a luchar por sus obras. Tuvo la suerte de estar en el momento justo con las personas idóneas, y su buen hacer como escritor hizo el resto.

Hemos hablado de La tribu maldita, de La Conspiración de Yuste, de las grandes editoriales, con sus luces y sus sombras, del futuro y, sobre todo, de lo que disfruta escribiendo con la seguridad de trasmitirle al lector su pasión.

Desde luego, con su novela Se llamaba Manuel, lo ha conseguido.



Las firmas, las fotos y un pequeño refrigerio, han puesto final a un encuentro memorable con Víctor Fernández Correas.
Almudena Gutiérrez

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