lunes, 23 de abril de 2018

Sant Jordi 2018.


El 23 de abril es el Día Internacional del Libro y, como tal, se festeja en muchas ciudades de todo el mundo pero  para Barcelona, que conmemora la festividad de Sant Jordi, se convierte en un día especial.  Una tradición que comenzó en esta bella ciudad, aunando la tradición popular de la Feria de las Rosas con el sueño del editor y librero Vicente Clavel Andrés y su amor por los libros.
En la el número seis de la Revista Pasar Página, os hemos contado esta historia, pero hemos pedido a una persona amiga, que lo ha vivido en primera persona, que nos haga su particular narración.

Esta es su crónica.

Este año el día del libro ha sido diferente para mí, tuve el privilegio de poder estar dentro del stand de una editorial y hablar con varias escritoras. Me sorprendió gratamente la gran cantidad de personas que a las 10 de la mañana ya paseaban por las calles de la Feria: Rambla Catalunya y de las Flores, Paseo de Gracia y plaza Cataluña; sobre las 6 de la tarde eran mareas humanas las que inundaron las calles.
Como siempre, los dos grandes grupos editoriales ocupaban los mejores sitios, lo más céntricos y estratégicos, si eso se tradujo en ventas no los sé, pero apostaría a que sí.
Otra sorpresa agradable: ni los famosillos de turno, ni los famosos bloggers, ni siquiera los presentadores de televisión fueron los que más cola tenían en su stan, fue Elisabeth Benavent, autora de romántica, el tiempo de espera para que esta autora te firmara uno de sus libros oscilaba entre tres y cuatro horas.
También me llamó la atención la gran cantidad de policía que rodeaba las calles y paseaban entre el público.
Una año más el día de Sant Jordi ha brillado por el ambiente festivo, por las rosas, por los libros y porque «nadie» consiguió politizar el día.

Chelo Ruiz Ortíz

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