sábado, 26 de enero de 2019

La retirada de un caballero


Hoy se ha retirado un caballero del deporte español y lo ha hecho de la mejor manera: colgándose el oro europeo por séptima vez consecutiva, algo que no se conseguía desde la década de los treinta del pasado siglo.
Desde que comenzó, su sonrisa ante las adversidades, las faltas de apoyo fuera de su entorno familiar, tenerse que ir al otro lado del Atlántico con menos de dieciocho años, y sus éxitos deportivos, han conseguido que se ganase el respeto y la admiración de los que seguimos habitualmente el patinaje artístico y nunca soñamos con ver a un español en el podio, y de  los que le han conocido ahora, a pesar de no interesarse por este deporte.
En los doce años transcurridos desde su debut en un europeo en Varsovia en 2007, nos ha dado tantas alegrías que va a dejar un vacío importante pero, gracias a él, un deporte minoritario ha visto crecer el 30% sus licencias, y no aumentan más por falta de lugares para practicar patinaje, algo que tal vez se pueda ir subsanando.
Con una gran sencillez, ha vuelto a su país para presentarnos, en dos ocasiones, un espectáculo en el que su pasión por el hielo pudiese llegar a toda clase de público, volcándose en la promoción de Revolution On Ice.
Sus proyectos futuros seguro que irán ligados al mundo del patinaje y a enseñar todo aquello que él ha aprendido. Ha abierto un camino para que los que vienen detrás de él lo tengan más fácil en un país sin ninguna tradición en este deporte que, a día de hoy, sigue sin abrir las noticias de los informativos aunque su hazaña pase a la historia.
Hace unos días tuve el privilegio de entrevistar a Paloma del Río que hoy ha sido la comentarista, la voz del patinaje, en la despedida de Javier.
Sus emocionadas palabras, después de presenciar su ejercicio, son una prueba de lo que ha significado este patinador:
«Bravo, bravo, Javier. Bravo. ¡Enhorabuena!.
Gracias por todo lo que has hecho por el patinaje. Es emocionante.
Este es el último ejercicio de Javier en su carrera profesional y es muy emocionante.
La de niños y niñas que le habrán visto, lo que nos ha hecho disfrutar.
Sea la clasificación que sea, a sus pies señor Fernández».
Y ya con la medalla de oro al cuello y antes de que comience a sonar el himno de España, Paloma del Río se despide diciendo: «Ha sido un honor poder narrar todos los éxitos de este patinador»

Un deportista querido que hoy se ha convertido en otro «Quijote» que pasará a la historia con su Hombre de la Mancha y sus 271,59 puntos. 
¡Enhorabuena, Javier!
Almudena Gutiérrez






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