Hoy os traemos esta novela, ganadora del VI Premio Literario de Amazon, Inmemorian.
Ismael Santiago, publicó en 2021 la segunda novela de la serie, El caso de los cerebros inservibles.
En junio de 2022 ha publicado el ensayo Así gané el premio Literario.
Si queréis conocer mejor a este autor, os invitamos a visitar su página web.
Año 2093. Fisher
Dantakis, presidente de Inmemorian, anuncia mediante una rueda de prensa a
nivel mundial, que abarata los servicios de grabado y contacto con las
consciencias de los que ya no están. La vida de Marc cambia por completo cuando
decide cargar la consciencia de su tío Sebastian en la domótica de su
apartamento, y esta le confiesa que no falleció de muerte natural, sino que fue
asesinado. Con la ayuda de Ron Blake, un detective anclado en el pasado,
investigarán el caso en una época donde la realidad virtual y la inteligencia
artificial nos permiten viajar más allá de la muerte.
Mi opinión:
Lo primero que me llamó la atención de esta novela fue la
definición: tecno-thriller, que yo no había oído ni leído. Ahora sé que es la
mezcla del thriller con una serie de explicaciones científicas que sirven a la
trama para su desarrollo.
Visto así, las explicaciones científicas son uno de los
grandes protagonistas de la novela, sin resultar extensas ni aburridas. El
autor ha tenido la habilidad de incluir esas explicaciones como algo natural,
inventando todo un catálogo de palabras inexistentes, para nombrar a lo largo
de la historia lo que ha imaginado que puede existir en el futuro.
La tecnología que plantea, la forma de vida, me parecen
curiosísimas y muy imaginativas.
En cuanto a la cultura de la muerte, poco cambia en el
futuro. En un mundo en el que se tiene sexo con robots, a los que se llega a
«querer», los sentimientos hacia el ser muerto siguen siendo muy similares a
los nuestros. Los añoramos y nos gustaría que siguiesen a nuestro lado.
El dilema moral que plantea, si pudiésemos hacernos con la consciencia
de esa persona querida, después de muerto, y cómo podría cambiar nuestra vida
con ello, es complicado, máxime cuando podemos conocer cosas que no sabíamos,
como el caso que se investiga, que pasa de ser una muerte natural, a un
asesinato.
Como ocurre ahora, hay que cosas que no cambian, solo los
que tienen dinero acceden a la tecnología puntera y el resto, pierden para
siempre el contacto con sus difuntos, perdidos en un subsuelo que los mantiene
momificados.
No me digáis porqué, he imaginado físicamente al policía,
con unas técnicas que rozan la ilegalidad, como Humphrey Bogart en El halcón
maltés.
Es una novela muy completa, en la que se tratan temas como
el maltrato, el alcoholismo, la precariedad laboral, unos demonios que siguen
existiendo en el futuro, porque están unidos al ser humano.
Puede que flojee un poco el final, porque hay muy pocos
personajes como para no imaginar con anterioridad el desenlace del caso, pero
con un buenísimo giro de última hora, hace que se nos olvide y que acabemos la
lectura con una sonrisa.
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Almudena Gutiérrez |
Hemos entrevistado a Ismael Santiago en los número
25 y
53 de Pasar Página.