Hoy
encontré una caja
con algunos
recuerdos.
Unas gafas
sin pata,
una cinta
del pelo,
una
chincheta verde,
una vela,
un llavero,
un carrete
de hilo,
una pila,
un mechero.
¿Quién no
guarda una pila,
quién no
guarda un llavero?
¿Quién no
tiene una caja
repleta de
recuerdos?
Mi
pasaporte antiguo,
monedas,
pegamento,
una canica
gorda
que llevaba
al colegio,
un corazón
de mimbre,
un cascabel
muy serio,
botes de
brillantina
que se pega
a mis dedos,
una cera
amarilla
que rotuló
un «te quiero».
¿Quién no
guarda una cera
que se
quedó en silencio,
o funda de
móvil,
o un dominó
incompleto,
el cordón
de un zapato,
o un
bolígrafo seco?
¿Quién no
guarda un anillo
que le
quedó pequeño,
o un
pendiente sin otro,
o un collar
sin un perro?
¿Quién no
tiene una caja
con algunos
recuerdos?.
Un yoyó y
un tornillo,
un tapón y
un pañuelo,
mi nariz de
payaso
y una luna
de cuero...
¿Quién no
guarda en el fondo
de una
caja, en silencio,
una foto
pequeña
del tamaño
de un beso?
¿Quién no
cierra los ojos,
y la lleva
a su boca
y la
aprieta en sus labios
o la
asfixia en su pecho?
¿Quién no
guarda una foto
del tamaño
de un beso...?
Magdalena S.
Blesa
No hay comentarios:
Publicar un comentario