Ayer, 15 de octubre de 2024, Paloma Sánchez Garnica se alzó con el Premio Planeta con su novela Victoria.
Hoy recordamos la entrevista que le hicimos a Paloma cuando, en 2021, quedó finalista del premio y que fue, según ella declaró anoche, el germen de esta novela ganadora.
AG. Estamos
encantados de tenerte nuevamente en nuestras páginas. Felicidades por ser la
finalista del premio Planeta, ya te adelantamos que la novela nos ha gustado
muchísimo.
¿Por qué decidiste presentarte al premio?
PSG. Porque uno siempre sueña con llegar a conseguirlo, y
cuando vi la novela que tenía entre manos, pensé, por qué no, vamos a
intentarlo…
AG. ¿Qué pasó por tu cabeza cuando viste que te habías
convertido en finalista, y que habías estado tan cerca de ganar?
PSG. Pensé,
«disfrútalo, Paloma, disfruta este momento».
AG. ¿El juicio mediático que se ha hecho a Carmen Mola,
te ha beneficiado o te ha perjudicado?
PSG. Yo creo que me ha beneficiado porque se habló muchísimo
y durante mucho tiempo del Premio, y eso es puro marketing…
AG. ¿Qué te está deparando esta gira tan especial con los
«tres chicos» que firman como Carmen Mola?
PSG. La
posibilidad de conocer a tres buenas personas, divertidos, generosos,
respetuosos y muy interesantes. Gente así es la que te enriquece la vida… He
tenido suerte con ellos; son muchas horas de convivencia…
AG. Vamos a hablar de tu novela. Ya habías tocado el tema
de la II Guerra Mundial en La sospecha de Sofía, ¿es un tema histórico
que te interesa más que otros?
PSG. No la
guerra en sí misma, las trincheras o el conflicto, sino el efecto que provoca
en personas corrientes, y no solo el periodo de la guerra, que me interesa
poco, sino más bien los previos y las consecuencias, por qué se llegó a ese
horror, que es el tema de Últimos días en Berlín, así como sus
consecuencias en el tiempo en el caso del Muro de Berlín que cuento en La
sospecha de Sofía.
AG. En esta obra cuentas narras dos regímenes
totalitaristas del siglo XX, el de Hitler y el de Stalin, ¿por qué estos dos
temas? ¿cómo te has documentado?
PSG. Porque
fueron las dos tendencias políticas más destructivas de la historia de la
humanidad. Mi documentación es la lectura, consultar ensayos políticos,
históricos y biografías, leer novelas sobre la época, diarios de gente que dejó
escritas sus experiencias vitales; además de visualizar películas y
documentales muy descriptivos. Pero lo fundamental en mi documentación es la
lectura.
AG. ¿Por qué elegiste que el peso de tu historia se
centrase en personas corrientes?
PSG. Porque
es lo que me interesa conocer a través de la escritura. Creo que la literatura,
las novelas, la ficción, es la mejor herramienta para entender mejor cómo somos
y por qué somos; es una herramienta perfecta para establecer un diálogo con el
pasado que nos permita comprender y aprender de dónde venimos, cómo vivieron
gente como cualquier de nosotros una época concreta, cómo gestionaron su vida
con unas leyes, costumbres y con unos prejuicios determinados. Eso es lo que me
interesa a la hora de escribir, entender la intrahistoria a través de seres
humanos corrientes en su cotidianidad.
AG. En tu novela has puesto mucho énfasis en los
personajes, nadie sobra, cada uno tiene su papel. ¿Cómo los creas?
PSG. No
tengo un guion, ni un argumento, ni hago esquemas previos; me dejo llevar por
la escritura; simplemente escribo… Eso sí, tengo que ser muy disciplinada y
ponerme a escribir cada día durante horas para aislarme y sumergirme en esa
realidad paralela a la que te lleva la escritura, o incluso la lectura, porque
es como si leyera una novela, no sé lo que va a pasar, la historia se va
construyendo palabra a palabra, línea a línea, página a página. Cuando llego al
final comienzan las relecturas, y aquí ya conozco muy bien a los personajes, sé
lo que les pasa y entiendo su historia, y en cada relectura afino sus modos,
los diálogos, su forma de actuar… Esa es mi forma de escribir…
AG. ¿Hay algún personaje que tenga más protagonismo del
que inicialmente tenías pensado?
PSG. Muchos,
Villanueva, la señora Blumenfeld, Axel Laufer… Son personajes que se hicieron
fuertes a medida que la historia avanzaba.
AG. ¿Se puede considerar que tu novela es una novela de
amor? No me refiero al amor romántico, sino a toda clase de amor, maternal, de
amigo, filial, de pareja…
PSG. Es
una novela de amor en tiempos revueltos, de amor y amistad, porque esos
sentimientos ennoblecen a ser humano, y le ayudan a sobrevivir en tiempos
devastadores.
AG. Hay escenas durísimas, aunque necesarias. ¿Sufres al
escribirlas tanto como el lector al leerlas?
PSG. Me
emociono al escribirlas y al releerlas.
AG. ¿Podemos darnos cuenta, al leerte, que debemos
aprender de nuestros errores?
PSG. Deberíamos,
de lo contrario estamos abocados a repetirlos, pero no por leerme a mí, sino
por leer en general, porque la lectura nos hace críticos y nos facilita la
capacidad de opinión y criterio que puede evitar errores cometidos en el
pasado.
AG. Aunque el protagonista es Yuri Santacruz, ¿no crees
que es una novela de mujeres?
PSG. No
haría yo esa distinción, las mujeres formamos parte de la sociedad, para bien y
para mal, es una novela en la que hombres y mujeres sufren, cada uno a su
manera, una época terrible que condicionó su vida, su capacidad de amar, de
decidir sobre su manera de actuar y de caminar por la vida.
AG. En todas las guerras, las mujeres somos un botín. En
la actualidad, dependiendo de las culturas, seguimos igual. ¿Se podrá acabar
con esta lacra?
PSG. Es
difícil, porque hay culturas y religiones muy arraigadas y que hacen complicado
revertir la situación. Sí podemos y debemos intentarlo en nuestro entorno, en
el que ya hemos conseguido mucho en estos últimos años; proteger los avances,
los derechos, no creernos que nos vienen impresos en el ADN, ser conscientes de
lo importante que es para una sociedad que todos tengamos las mismas
oportunidades y la capacidad para decidir sobre nuestro propio destino sin
estar condicionados por leyes o costumbres discriminatorias o por prejuicios
más opresivos a veces que las propias leyes.
AG. Aunque estás inmersa en la promoción de Últimos días
en Berlín, ¿qué proyectos tienes?
PSG. Escribir
mi mejor novela.
AG. Para La sospecha de Sofía, tu hijo hizo una
maravillosa banda sonora. ¿Está haciendo algo similar para esta última novela?
No, en esta no ha tenido tiempo para crear.
AG. ¿Hay algo que te apetezca contarles a nuestros
lectores?
PSG. Pues
que sin su lectura mis personajes estarían huérfanos.
AG. Muchas gracias, Paloma. Ha sido un placer.
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Almudena Gutiérrez |